SÉPTIMA SINFONÍA DE BRUCKNER
Introducción
Cuando en capítulos anteriores, escuchando las precedentes sinfonías de Anton Bruckner, decíamos que las tres últimas constituían el monumento sinfónico por excelencia en la obra del compositor, no exagerábamos. La Séptima Sinfonía de Bruckner es el primero de los tres ejemplos. Se trata, como veremos, de una sinfonía con un evidente carácter épico, aunque lo que más entusiasma, por la profunda belleza que encierra, es el Adagio.
Vamos a recrearnos en esta maravilla que además veremos interpretada por la Filarmónica de Munich dirigida por el gran director y especialista en Bruckner: Sergiu Celibidache, que será el mismo que veremos dirigir en futuros artículos, la Octava y la Novena.
Séptima Sinfonía de Bruckner
Bruckner escribió su Sinfonía nº 7 en Mi mayor WAB 107 entre el 23 de septiembre de 1881 y el 5 de septiembre de 1883.
Fue revisada en 1885. Está dedicada al rey Luis II de Baviera. El estreno tuvo lugar en la ópera de Leipzig, en 1884, fue dirigido por Arthur Nikisch y constituyó el mayor éxito de toda la carrera de Bruckner.
Movimientos
1. Allegro moderato
2. Adagio. Sehr feierlich und sehr langsam
3. Scherzo. Sehr schnell – Trio. Etwas langsamer
4. Finale. Bewegt, doch nicht schnell
Versiones
Versión de 1883
Esta fue la versión interpretada en el estreno de la sinfonía. Lamentablemente, solo se conserva una copia autógrafa que incluye cambios posteriores de la mano de Bruckner y sus colaboradores, por lo que el contenido exacto de esta primera versión se ha perdido. Nunca se ha publicado.
Versión de 1885
Edición Gutmann (publicada en 1885)
Tras el estreno en 1884 se hicieron algunos cambios, antes de esta publicación. Está aceptado que Nikisch, Franz Schalk y Ferdinand Löwe influyeron significativamente en esta edición, pero es discutible hasta qué punto tales cambios fueron autorizados por Bruckner. Fundamentalmente, estas modificaciones se refieren a tempo y orquestación.
Edición Haas (publicada en 1944)
Robert Haas intentó eliminar las influencias de Nikisch, Schalk y Löwe, para recuperar el concepto original de Bruckner. Para ello, utilizó material procedente del autógrafo de 1883, aunque este ya incluye cambios posteriores. El cambio más evidente en esta edición es la ausencia de platillos, triángulo y timbales en el clímax del movimiento lento: Haas argumentó que Bruckner había decidido posteriormente eliminar la percusión en este punto, lo cual ha sido ampliamente discutido.
Edición Nowak (publicada en 1954)
Leopold Nowak mantuvo la mayor parte de los cambios de la edición de 1885, incluyendo la percusión en el tiempo lento. Incluyó las indicaciones de tiempo de la edición de Gutmann, pero poniéndolas entre corchetes. Aunque se incluyen en la partitura impresa, algunos directores omiten el golpe de platillos en el tiempo lento, siguiendo los criterios de Haas.