ACTO II
5.- En el castillo de Otello se encuentran Iago y Cassio. Iago le dice a Cassio que si quiere recuperar el favor de Otello, el camino más seguro es contar con el apoyo de Desdémona, ya que Otello confía en su buen consejo, y lo anima a ir a encontrarse con ella. Iago, que está pensando en la calumnia que va a lanzar, proclama su credo personal, en el que la moralidad y la fe no tienen cabida.
«Non ti cruciar»….»Credo in un Dio crudel»
6.- Otello hace su entrada y le parece haber visto a Cassio acrecándose a Desdémona, lo cual le viene de perlas a Iago para insinuar el acercamiento entre éste y su esposa, lo cual aviva los celos de Otello de manera inmediata.
«Ciò m’accora…»…»Che parli?»
7.- Llega Desdémona acompañada por Emilia, y después de saludar a Otello, le transmite la súplica de perdón de parte de Cassio. Otello no está de acuerdo y la insistencia de su esposa no hace más que aumentar su enojo y se queja de un fuerte dolor de cabeza que Desdémona trata de aliviar pasándole un pañuelo por la frente, pañuelo que Otello lanza al suelo en manera despreciativa.Emilia lo recoge, pero Iago, habilmente se lo quita y lo guarda. Cuando las dos mujeres se van, Iago insiste en sus insinuaciones.
«D’un uom che geme sotto il tuo disdegno»
8.- Después de contarle a Otello que un día que él, Iago, dormía junto a Cassio y le oyera hablar en sueños de su amor por Desdémona, dice haber visto en su poder el valioso pañuelo que Otello le había regalado a su esposa. Con todo esto, Otello es ya presa de unos celos feroces y jura que se vengará. Iago, finge estar de su parte y le ofrece su apoyo.
«Si, pel ciel marmoreo giuro!»