QUINTA SINFONÍA DE BRUCKNER
Introducción
Estamos celebrando el bicentenario del nacimiento de Anton Bruckner haciendo un repaso a su obra sinfónica. Hoy le llega el turno a su Sinfonía nº 5. Si la Cuarta era hasta el momento la más apreciada por el gran público, la Quinta, más severa y misteriosa, costó algo más para que se convirtiera en una pieza que todo gran director y orquesta quieren tener en su historia.
Anton Bruckner no pudo escuchar nunca esta sinfonía interpretada por una orquesta, porque no pudo estar presente en su estreno a causa de una enfermedad.
Hoy escucharemos una de las mejores versiones que hay de la Quinta Sinfonía de Bruckner.
Quinta Sinfonía de Bruckner
La Quinta Sinfonía en Si bemol mayor de Anton Bruckner fue escrita entre 1875 y 1876, y sufrió leves cambios durante los siguientes años. Se interpretó en público por primera vez en una transcripción para dos pianos por Joseph Schalk y Franz Zottmann en abril de 1887 en la Bösendorfersaal, en Viena. La primera interpretación orquestal la dirigió Franz Schalk en Graz, el 8 de abril de 1894. La partitura está dedicada a Karl von Stremayr, ministro de educación del Imperio Austrohúngaro.
La posteridad ocasionalmente le dio a la obra nombres como «Faith Symphony» o «Católica». El mismo Bruckner describió su Quinta como la “Fantástica” o su “obra maestra contrapuntística”.
Hay tres versiones de esta sinfonía: 1876, 1878 y 1896.
Movimientos
Introduction (Adagio) – Allegro. En si bemol mayor.
Adagio. Sehr langsam. En re menor.
Scherzo. Molto vivace. En re menor.
Finale (Adagio) – Allegro moderato. En si bemol mayor.
La versión de Eugen Jochum de la Quinta Sinfonía de Bruckner
He escogido la de este director ya que su vida está muy ligada a la obra de Bruckner, siendo uno de los más notables especialistas en ella.
Esto es lo que dijo acerca de la sinfonía que hoy traemos aquí: «el clímax… no está simplemente en el último movimiento, sino en el coral… Los movimientos primero, segundo y tercero parecen casi una… vasta preparación… El carácter preparatorio se aplica especialmente al primer movimiento [cuya] introducción… es una base a gran escala… destinada a soportar el peso de los cuatro movimientos». Como evidencia, detalló la forma en que los materiales temáticos de la introducción funcionan en los movimientos posteriores, y dijo que el intérprete «debe dirigir todo hacia el Finale… y mantener continuamente algo en reserva para la conclusión».
Eugen Jochum dirige a la Royal Concertgebouw Orchestra , Amsterdam, en una grabación en vivo en 1964, en la Abadía Benedictina de Ottobeuren.