SINFONÍA ESPAÑOLA DE LALO – SYMPHONIE ESPAGNOLE
El otro día hablando de la anécdota sobre el Concierto para violín de Beethoven surgió el nombre de esta obra de hoy, la Sinfonía española de Édouard Lalo, así que hoy hemos querido recordarla.
Édouard Lalo
Nuestro compositor de hoy, Édouard Lalo nació en Lille en 1823, pero tenía ascendencia española. Empezó pronto sus estudios musicales y creó en 1855 el cuarteto de cuerda Armingaud-Jacquard.
La carrera de Lalo como compositor sufrió algún que otro bajón. Sus primeras composiciones se remontan a 1845, pero luego estuvo un tiempo sin componer hasta que retomó la actividad en 1865. En el enlace anterior podemos conoccer más detalles de su vida y obra.
A pesar de estos periodos ireegulares, Édouard lalo es uno de los nombres importantes de la Escuela francesa dentro de la Historia de la música
Ahora nos centraremos en la pieza musical de hoy, la Sinfonía española op.21 para violín y orquesta.
Sinfonía española de Lalo
La Sinfonía española (Symphonie espagnole, en el original en francés), opus 21, en re menor, de Édouard Lalo, es una obra para violín y orquesta de aproximadamente treinta minutos de duración. Escrita en 1874 por este violinista y compositor francés la dedicó al violinista español Pablo de Sarasate (curiosamente, la obra no incluye el uso de las dobles cuerdas, tan característico de las interpretaciones de este intérprete), quien la estrenó el 7 de febrero de 1875 al lado de la Orquesta Pasdeloup, en París. Se trata de una de las más conocidas obras del compositor, una de las más interpretadas; la otra es su Concierto para violonchelo. Fue un éxito desde su estreno, y dio fama a su autor.
Movimientos
Allegro non troppo: «… con un gesto melódico gitano-flamenco»; «el segundo tema, más ligero, comparado con lo conmovedor del primero»; incluye ritmos de habanera.
Scherzando: Allegro molto: «…más brillante… evoca una fiesta pública»; incluye el uso de un pie de jota.
Intermezzo: Allegretto non troppo: «… ominoso inicio… melodía de un pseudotango»; «incluye nuevamente una habanera lenta».
Andante: «inicialmente melancólico, por no decir luctuoso… pero una sección en re mayor del violín perfora la tristeza cuando el instrumento se eleva hacia el brillo del siguiente movimiento… al final, un ritmo de giga hace vibrar y saltar al violín hacia el vigoroso acompañamiento orquestal.
Rondo: Allegro: «Reaparecen residuos de los movimientos previos para alterar el estado de ánimo, pero retorna la giga para finalizar la sinfonía en los abrasadores rayos del duradero sol ibérico»
Vamos a ver la interpretación de Leonidas Kavakos dirigido por Enrique Garcia Asensio.