CONCIERTO PARA PIANO Nº 1 DE CHOPIN – KISSIN, MEHTA, IPO
Introducción
Chopin nació para el piano. Toda su obra se centra en este instrumento y además no se puede pensar en la obra de Chopin si no es interpretada al piano.
Muchos entendidos de su época decían que el único que podía tocar bien a Chopin era el mismo Chopin. Por suerte no es así, y actualmente tenemos grandes intérpretes de su música.
Chopin recibió una tradición pianística a la que supo dar un aire nuevo. Sus nocturnos son una efusión de un estado de ánimo; transformó preludios y polonesas. Todo lo que pasaba por las manos de Chopin era y es distinto.
Hoy vamos aver la interpretación del Concierto para piano nº 1 de Chopin. Lo interpreta Evgeny Kissin con la Israel Philharmonic Orchestra dirigida por Zubin Mehta.
Concierto nº 1 para piano de Chopin
Antes de pasar a hablar de este Concierto aclaremos algo que puede llevar a confusión. Este concierto fue estrenado el 11 de octubre de 1830, en el Teatro Nacional de Varsovia, con el compositor como solista durante uno de los conciertos de despedida, antes de que Chopin abandonara Polonia. Está dedicado al pianista Friedrich Kalkbrenner. Fue el primero de sus dos conciertos para piano en ser publicado, y por lo tanto se lo denominó Concierto para piano número 1 en el momento de su publicación, aun cuando en realidad fue compuesto inmediatamente tras el que después sería publicado como Concierto para piano nº 2.
Lo encontraremos catalogado como El Concierto para piano n.º 1 en mi menor, op.11
Está estructurado en los tres movimientos típicos:
Allegro maestoso
Romance – Larghetto
Rondo – Vivace
Tradicionalmente la crítica se ha mostrado dividida respecto a esta obra. Para unos, Chopin era fundamentalmente un compositor para piano y por lo tanto consideran que en este caso el acompañamiento orquestal no es más que un vehículo para el solista; así, las partes exclusivamente orquestales carecen de interés. Otros son de la opinión de que el acompañamiento orquestal está deliberadamente y cuidadosamente escrito para envolver el sonido del piano, y que la simplicidad de la orquestación es una elección consciente para buscar el contraste con la complejidad de la armonía.