A la serie de comentarios y chafarderías que vengo transmitiendo de «mi amigo invisible», hay que sumar esta curiosa enseñanza sobre Verdi y el perfil de quien deba interpretar el personaje de lady Macbeth. Conviene aclarar, ya que me lo han preguntado, que tras el término chafardería se pretenden recoger «cotilleos» y anécdotas de la historia de la música.
«Las primeras obras de Verdi estaban influenciadas por Donizetti y Bellini, pero poco a poco Verdi empieza a expresar más pasión y dramatismo. ¿Por qué?, pues por la sencilla razón de que ya no estaba mal visto tener emociones y pasiones. En suma, que Verdi iba buscando más realismo en el canto. Es decir, lo que Verdi quería es que el personaje tuviera una voz que correspondiera a su carácter.
Por ejemplo, hay una carta que Verdi escribió a un empresario en la que practicamente le exige que la cantante, una soprano dramática, que vaya a hacer el papel de lady Macbeth, tenga una voz dura, oscura, … , desagradable, ya que lady Macbeth es un personaje perverso, con una fuerte personalidad. No le podía poner una voz agradable, clara y hermosa.
Se dice que esta adaptación de voz y personaje, Verdi la aprendió de Mozart, que ya había sido representado en Italia, y Verdi vería que Mozart siempre hacía cantar a los personajes según fuera su condición.
Actualmente, a nadie se le ocurriría decir que las sopranos que interpretan ese papel es porque tienen la voz fea o desagradable, y probablemente si Verdi se expresó así fuera para hacerse entender perfectamente por el empresario, y que buscara una soprano con una voz potente y con carácter. Con el tiempo algunas de ellas han tenido el honor de recibir el sobrenombre de sopranos verdianas, y es que no culaquiera puede acometer los roles creados por Verdi.
Con Verdi, la música ya no es solamente hermosa: empieza a expresar un sentimiento real.»
Aria La luce langue, interpretada por Mara Zampieri, Giuseppe Sinopoli Viena 1983