SONATA PARA VIOLONCHELO DE CHOPIN – GUTMAN & RICHTER
Introducción
Cuando se repasa la obra de Chopin pasan dos cosas. La primera, sabemos que lo que estamos escuchando es suyo, tiene un sello que lo identifica. Segundo, siempre parece nuevo. Chopin se reinventa, no copia a nadie. Dentro de la corriente del romanticismo, Chopin es un músico aislado. Admirador de Mozart y apasionado de Bach, se desmarca de la corriente que iba de Haydn a Schubert.
El piano fue su instrumento, pero no fue el único. Minoritariamente, eso si, escribió nueve obras que no se centran unicamente en el piano. La de hoy es una de ellas, y además es de una gran belleza. Es la Sonata para violonchelo de Chopin.
Merece la pena.
Sonata para violonchelo de Chopin
La Sonata para violonchelo en sol menor , op. 65, fue escrita por Frédéric Chopin en 1846. Es una de las únicas nueve obras de Chopin publicadas durante su vida que fueron escritas para instrumentos distintos al piano (aunque el piano todavía aparece en todas las obras que escribió). Chopin compuso cuatro sonatas, las otras son sonatas para piano . La Sonata para violonchelo fue la última de las obras de Chopin que se publicó en vida.
La sonata fue escrita y dedicada a Auguste Franchomme . La sonata es notable por la concentración de su material: gran parte de la música del primer movimiento surge de la declaración inicial del violonchelo, y ciertas formas temáticas aparecen en todos sus movimientos. Los últimos tres movimientos fueron interpretados públicamente por primera vez por Franchomme y Chopin en el último concierto público del compositor, en la Salle Pleyel el 16 de febrero de 1848.
Estructura
La composición consta de cuatro movimientos:
- Allegro moderato en sol menor
- Scherzo en re menor, trío en re mayor
- Largo en si bemol mayor
- Final. Allegro en sol menor, terminado en sol mayor
Vamos a ver esta sonata interpretada por Natalia Gutman y Sviatoslav Richter.