RUMORES DE LA CALETA (ALBÉNIZ) – POSTALES MUSICALES (IV)
Introducción
Hoy nuestra postal musical nos llega de tierras andaluzas. Concretamente de la playa gaditana de La Caleta. Nos la manda Isaac Albéniz. Este compositor gerundense podría él solo llenar nuestro tablero de postales musicales, porque dedicó muchas obras a recrear distintas partes de nuestra geografía. Pero aunque es posible que volvamos a recibir alguna otra postal suya, hoy vamos a escuchar esos Rumores de la Caleta.
Isaac Albéniz
Albéniz nació en la localidad de Camprodón el 29 de mayo de 1860. Su familia, con problemas económicos, lo animó a ejercer de virtuoso itinerante a la temprana edad de ocho años. Poseía una gran facilidad para la improvisación.
Fue discípulo de Felipe Pedrell. Gracias a la ayuda de Guillermo Morphy, el Conde de Morphy, compositor y mecenas de las artes, obtuvo una pensión para formarse en el Conservatorio de Bruselas en 1876, y terminó sus estudios en 1879.
Siendo un virtuoso compositor de piano, Isaac Albéniz también compuso música para otros instrumentos. Dedicó más de una década de sus casi cuarenta y nueve años de vida a escribir temas para teatro, —como por ejemplo, su más exitoso trabajo operístico, Pepita Jiménez— también se dedicó a interpretar conciertos o a la grabación de su ópera Merlín. Durante su carrera escribió canciones —más de dos docenas— así como varios temas orquestales y de cámara.
Gracias a sus esfuerzos como compositor, director, pianista y empresario se convirtió en el primer músico español, tras Tomás Luis de Victoria en alcanzar fama internacional.
Rumores de la Caleta
Rumores de la Caleta , pertenece a Recuerdos de viaje, Op.71, N ° 6, lleva el subtítulo de Malagueña
Es un «baile de cortejo sensual y emocional de Málaga , aunque la pieza lleva el nombre de la playa de la Caleta de Cádiz.
Vamos a tener la oportunidad de disfrutar de estos Rumores de la Caleta dos veces. La primera en una interpretación de Alicia de Larrocha al piano, y la segunda en una transcripció a la guitarra por Narciso Yepes. Dos maestros para una deliciosa obra.